Tomo posesión del cargo con el
compromiso, como ha sido en todas las veces anteriores, de llevar adelante una
gestión basada en la consulta permanente con los demás miembros de la Junta Directiva y en procura de
alcanzar los objetivos que nos hemos planteado desde la fundación del Consejo
aquel año 1995 y que
reitero hoy:
“Procurar, en forma permanente, el
mejoramiento de la calidad y pertinencia, equidad y modernización de la gestión
de las instituciones de educación superior, para lograr una mejor eficiencia y
eficacia administrativa.”
Ese compromiso ha sido honrado por
quienes me han antecedido al frente del Consejo y hoy contamos con una
organización robusta, madura y con prestigio nacional e internacional, gracias
al trabajo en equipo que todos hemos realizado.
El año 2013 que recién terminó
llevamos a cabo una serie de eventos dirigidos todos hacia el logro de nuestras
metas de superación académica, de mejoramiento de la calidad de la enseñanza
universitaria y responsabilidad ciudadana.
Destaco entre los más importantes la
firma del Pacto Ético Electoral por todas las universidades como un compromiso
con la democracia panameña y el V Encuentro de Redes Universitarias,
Asociaciones y Consejos de Rectores de América Latina y el Caribe, realizado en
julio pasado.
En este trascendental cónclave en
Panamá cabe señalar que tuvimos la asistencia de 52 delegaciones, más de 100
representantes de 16 países de la región, además de la presencia de Egipto y
España. En esa memorable ocasión dije y repito:
“La actual generación de
latinoamericanos y caribeños, a la que pertenecemos, vive en el epicentro de
una fase de la historia humana, diversa y compleja: somos un continente con
vocación de grandeza y hoy en el mundo que se configura, los formadores de
hombres estamos en la obligación de saber qué debemos aprender, qué debemos
investigar y qué debemos enseñar.” Fue
verdad ayer y es verdad hoy.
Agreguemos como otra de las
actividades académicas más importantes del 2013 el Foro: Universidad, Calidad y Compromiso Social, celebrado en
noviembre pasado y en el que participaron expositores nacionales e
internacionales.
El tema de la Evaluación y
Acreditación Universitaria acaparó gran parte de la atención, tanto del Consejo
como de la Asociación
de Universidades Particulares de Panamá.
La opinión pública y el propio Gobierno
Nacional conocieron las denuncias que ambas organizaciones académicas hicimos
sobre irregularidades en el proceso de desarrollo de los procesos de evaluación
y acreditación y una serie de inconsistencias jurídicas en la normativa correspondiente.
La situación condujo a que el Consejo
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria formulara una convocatoria
nacional al respecto. Por parte de las
universidades públicas y privadas se elaboró un pronunciamiento sobre la
primera experiencia de evaluación y acreditación universitaria en Panamá, el
cual se hizo llegar al Sr. Presidente de la República.
A raíz de ello se produce una primera
reunión con la Licda. Lucy
Molinar, Ministra de Educación y Presidenta del CONEAUPA, que con positivos
avances que todos conocemos, mantiene vivo el diálogo entre las partes.
Es un desiderátum del Consejo de
Rectores y la Unión
de Universidades Particulares alcanzar junto con las autoridades del Gobierno
Nacional una Política Pública de Educación Superior Universitaria en Panamá,
que garantice la mejor formación profesional de las futuras generaciones de
panameños. Lo cual exige la modernización de todo el sistema educativo nacional
desde abajo hasta arriba.
La definición de una política educativa
integral deberá contemplar inequívocamente los avances revolucionarios de la
tecnología informática y de las comunicaciones, que utilizados en el proceso de
enseñanza-aprendizaje-enseñanza son herramientas que dan insuperables ventajas
a los sistemas de educación que los poseen y aplican.
No se trata de un simple deseo. La
preocupación por una educación de calidad está en la agenda de todos los
dirigentes de naciones del mundo.
Precisamente, el día martes pasado Barack Obama, en su discurso sobre el
estado de la nación dedicó gran parte del mismo a la educación en Estados
Unidos y dijo, entre otras cosas, la necesidad de “garantizar una educación de
clase mundial, donde cada niño tenga acceso a ella y pueda estudiar en una
universidad.”
Enfatizó que impulsará “una educación
temprana de alta calidad, desde los cuatro años. Estamos re-estructurando la
educación superior para la sociedad real, para garantizar la fuerza laboral.”
Palabras más, palabras menos.
La invitación hecha a los
candidatos a la presidencia de la
república abre una oportunidad excepcional, inapreciable; no solo para escuchar
de viva voz sus conceptos sobre la educación universitaria, sino para que
también escuchen de viva voz de nosotros lo que pensamos sobre qué hacer al
respecto.
Todos los candidatos, sin excepción,
giran en sus propuestas alrededor de los beneficios del desarrollo
económico como panacea de un buen gobierno. Quizás eso sea verdad, no lo sé; pero lo que
sí sé, sin lugar a dudas, es que sin
educación no hay desarrollo económico posible como al que aspiran todos.
Arrumbaremos nuestra gestión al
frente del Consejo de Rectores hacia el fortalecimiento de la educación
superior universitaria, como garantía de proveer a la nación panameña del recurso
humano capacitado necesario para llevar adelante un país que se ha planteado
salir del subdesarrollo y alcanzar la calidad de vida que todos los panameños
merecemos, por ser un país bendecido por la naturaleza en más de un sentido.
Los procesos de transformación
curricular que se llevan a cabo en la Universidad de Panamá, que me honro en presidir,
al igual que los que realizan otras universidades del sistema, contarán con
todo el respaldo que podamos darles.
En este esfuerzo espero contar con la
colaboración de los colegas del Consejo, a quienes les pido y agradezco de
antemano su apoyo.
Gracias.