jueves, 30 de enero de 2014

PALABRAS DEL DR. GUSTAVO GARCÍA DE PAREDES EN SU TOMA DE POSESIÓN COMO PRESIDENTE DEL CRP. HOTEL INTERCONTINENTAL. 30-1-2014. 8:00 A.M.

Inicio esta intervención expresando mi más profundo agradecimiento a mis respetados colegas del Consejo de Rectores, por la confianza depositada en este servidor al elegirme unánimemente, por cuarta ocasión, como presidente del organismo de mayor jerarquía de educación superior universitaria en nuestro país.

Tomo posesión del cargo con el compromiso, como ha sido en todas las veces anteriores, de llevar adelante una gestión basada en la consulta permanente con los demás miembros de la Junta Directiva y en procura de alcanzar los objetivos que nos hemos planteado desde la fundación del Consejo aquel año 1995 y que
reitero hoy:

“Procurar, en forma permanente, el mejoramiento de la calidad y pertinencia, equidad y modernización de la gestión de las instituciones de educación superior, para lograr una mejor eficiencia y eficacia administrativa.”

Ese compromiso ha sido honrado por quienes me han antecedido al frente del Consejo y hoy contamos con una organización robusta, madura y con prestigio nacional e internacional, gracias al trabajo en equipo que todos hemos realizado.

El año 2013 que recién terminó llevamos a cabo una serie de eventos dirigidos todos hacia el logro de nuestras metas de superación académica, de mejoramiento de la calidad de la enseñanza universitaria y responsabilidad ciudadana.

Destaco entre los más importantes la firma del Pacto Ético Electoral por todas las universidades como un compromiso con la democracia panameña y el V Encuentro de Redes Universitarias, Asociaciones y Consejos de Rectores de América Latina y el Caribe, realizado en julio pasado.

En este trascendental cónclave en Panamá cabe señalar que tuvimos la asistencia de 52 delegaciones, más de 100 representantes de 16 países de la región, además de la presencia de Egipto y España. En esa memorable ocasión dije y repito:
“La actual generación de latinoamericanos y caribeños, a la que pertenecemos, vive en el epicentro de una fase de la historia humana, diversa y compleja: somos un continente con vocación de grandeza y hoy en el mundo que se configura, los formadores de hombres estamos en la obligación de saber qué debemos aprender, qué debemos investigar y qué debemos enseñar.”  Fue verdad ayer y es verdad hoy.

Agreguemos como otra de las actividades académicas más importantes del 2013 el Foro: Universidad, Calidad y Compromiso Social, celebrado en noviembre pasado y en el que participaron expositores nacionales e internacionales.

El tema de la Evaluación y Acreditación Universitaria acaparó gran parte de la atención, tanto del Consejo como de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá.

La opinión pública y el propio Gobierno Nacional conocieron las denuncias que ambas organizaciones académicas hicimos sobre irregularidades en el proceso de desarrollo de los procesos de evaluación y acreditación y una serie de inconsistencias jurídicas en la normativa correspondiente.

La situación condujo a que el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria formulara una convocatoria nacional al respecto.  Por parte de las universidades públicas y privadas se elaboró un pronunciamiento sobre la primera experiencia de evaluación y acreditación universitaria en Panamá, el cual se hizo llegar al Sr. Presidente de la República.

A raíz de ello se produce una primera reunión con la Licda. Lucy Molinar, Ministra de Educación y Presidenta del CONEAUPA, que con positivos avances que todos conocemos, mantiene vivo el diálogo entre las partes.

Es un desiderátum del Consejo de Rectores y la Unión de Universidades Particulares alcanzar junto con las autoridades del Gobierno Nacional una Política Pública de Educación Superior Universitaria en Panamá, que garantice la mejor formación profesional de las futuras generaciones de panameños. Lo cual exige la modernización de todo el sistema educativo nacional desde abajo hasta arriba.

La definición de una política educativa integral deberá contemplar inequívocamente los avances revolucionarios de la tecnología informática y de las comunicaciones, que utilizados en el proceso de enseñanza-aprendizaje-enseñanza son herramientas que dan insuperables ventajas a los sistemas de educación que los poseen y aplican.

No se trata de un simple deseo. La preocupación por una educación de calidad está en la agenda de todos los dirigentes de naciones del mundo.  Precisamente, el día martes pasado Barack Obama, en su discurso sobre el estado de la nación dedicó gran parte del mismo a la educación en Estados Unidos y dijo, entre otras cosas, la necesidad de “garantizar una educación de clase mundial, donde cada niño tenga acceso a ella y pueda estudiar en una universidad.”

Enfatizó que impulsará “una educación temprana de alta calidad, desde los cuatro años. Estamos re-estructurando la educación superior para la sociedad real, para garantizar la fuerza laboral.” Palabras más, palabras menos.

La invitación hecha a los candidatos  a la presidencia de la república abre una oportunidad excepcional, inapreciable; no solo para escuchar de viva voz sus conceptos sobre la educación universitaria, sino para que también escuchen de viva voz de nosotros lo que pensamos sobre qué hacer al respecto.

Todos los candidatos, sin excepción, giran en sus propuestas alrededor de los beneficios del desarrollo
 económico como panacea de un buen gobierno.  Quizás eso sea verdad, no lo sé; pero lo que sí sé, sin lugar a dudas, es que sin educación no hay desarrollo económico posible como al que aspiran todos.

Arrumbaremos nuestra gestión al frente del Consejo de Rectores hacia el fortalecimiento de la educación superior universitaria, como garantía de proveer a la nación panameña del recurso humano capacitado necesario para llevar adelante un país que se ha planteado salir del subdesarrollo y alcanzar la calidad de vida que todos los panameños merecemos, por ser un país bendecido por la naturaleza en más de un sentido.

Los procesos de transformación curricular que se llevan a cabo en la Universidad de Panamá, que me honro en presidir, al igual que los que realizan otras universidades del sistema, contarán con todo el respaldo que podamos darles. 

En este esfuerzo espero contar con la colaboración de los colegas del Consejo, a quienes les pido y agradezco de antemano su apoyo.
Gracias.